Arista Oeste del Gasherbrum 3

Tom Livingstone, junto al alpinista esloveno Aleš Česen, logró una hazaña monumental al realizar la primera ascensión de la arista oeste del Gasherbrum 3 (7952 m) durante una expedición de siete días. Este proyecto, nacido de un sueño de diez años, llevó a ambos alpinistas a sus límites físicos y técnicos en una de las montañas más altas del mundo.

Un Proyecto Nacido de un Sueño de Diez Años

Durante diez años, Tom Livingstone soñaba con escalar una ruta alpina técnica a gran altitud. Este deseo lo llevó a preguntarse: ¿cuál es la ruta más difícil que se puede escalar a casi 8000 metros? ¿Se puede trasladar la dificultad de los Alpes, Alaska o las Rocosas Canadienses a las cumbres más altas del mundo? Junto con Aleš Česen, decidió explorar este desafío.

En 2022, ya habían intentado escalar el Gasherbrum 3, pero tuvieron que darse la vuelta debido al mal tiempo. Tras esta experiencia, Aleš, habiendo escalado previamente el Gasherbrum 4, orientó su nuevo intento hacia el G3, que finalmente lograron conquistar.

Una Ascensión Exigente y Técnica

La arista oeste del Gasherbrum 3 resultó ser una verdadera prueba de resistencia para Tom y Aleš. La ascensión duró siete días, con tres vivacs sucesivos a 7100 m, 7500 m y 7800 m. El último vivac, a 7800 metros, fue particularmente memorable para los dos alpinistas, ya que pasaron la noche sentados en la nieve, sin tienda, lo que añadió una capa extra de desafío físico a una escalada ya de por sí agotadora.

El 4 de agosto, tras un esfuerzo incansable, alcanzaron la cumbre del Gasherbrum 3 alrededor del mediodía. Bautizaron su ruta Edge of Entropy (Límite de la Entropía), en referencia al concepto de entropía que Tom había explorado durante la expedición. Aleš, con su doctorado en física, amplió la idea explicando que la entropía representa la pérdida de orden y el avance hacia el desorden, un estado que ambos sintieron a medida que ascendían a mayores alturas.

Alpinismo en su Forma más Pura

Tom Livingstone y Aleš Česen encarnan un enfoque del alpinismo basado en la libertad y la autonomía. Para ellos, escalar una montaña sin oxígeno suplementario, sin cuerdas fijas, sin el apoyo de sherpas ni de otros equipos, representa la esencia misma de este deporte. La altitud, que lentamente destruye el cuerpo y la mente, fue uno de los mayores desafíos de su expedición.

Livingstone expresa respeto por aquellos que utilizan estas técnicas de apoyo, pero enfatiza que su estilo de alpinismo es diferente, centrado en "el arte de la libertad". A casi 8000 metros, cada decisión se vuelve vital y cada movimiento es un retorno a lo esencial de la supervivencia.

Un Descenso Prudente por la Ruta Normal del Gasherbrum 2

Después de alcanzar la cumbre, Tom y Aleš decidieron descender por la ruta normal del Gasherbrum 2, utilizando algunas de las cuerdas fijas instaladas. Aunque esto cambió su estilo de escalada de puro a pragmático, aseguró su seguridad tras el inmenso esfuerzo de los días anteriores. Esta decisión refleja una forma de alpinismo donde la seguridad es la prioridad.

Un Triunfante Regreso a la Civilización

Siete días después de su salida del campo base, los dos alpinistas finalmente regresaron a la civilización. Cansados, más livianos pero eufóricos, disfrutaron de su éxito. El Gasherbrum 3, menos famoso que sus vecinos como el Gasherbrum 4, representa para ellos mucho más que una simple cumbre: es la realización de un sueño largamente acariciado, la recompensa de un esfuerzo sobrehumano y una experiencia que permanecerá grabada en sus memorias.

Con esta primera ascensión, Tom Livingstone y Aleš Česen no solo dejaron su huella en la historia del alpinismo, sino que también exploraron los límites de su propia resistencia. Edge of Entropy, su ruta, será un símbolo de la lucha entre el orden y el caos, tanto física como mentalmente, en altitudes donde la humanidad parece desvanecerse en la inmensidad de las montañas del Himalaya.